Antes de nada, deciros que al no tener Internet en casa, me cuesta mucho actualizar el blog. Cuando llegue el día que lo tenga, actualizaré mas a menudo, pues esto es algo que me encanta, además por que es un sitio donde nadie te interrumpe mientras hablas…
Este fin de semana estuve en una kdd de montañeros catalanes. Es decir, es una reunión de gente que se conoce por un foro de montaña, y quedamos para hacer eso que tanto nos gusta… patear. Pero por supuesto no hacemos solo eso, patear. Pues en la montaña hay muchas cosas. Es más bien un sentimiento de estancia. Es decir.
Desde que llegamos no sentimos mejor que en casa.
Por supuesto que este mérito lo tienen las 
personas (aunque el lugar ayudó mucho), pero fuero las personas las que con su calor, nos sentimos geniales. Mi chica (a partir de ahora la llamaré Xara) y yo, descubrimos una gente en el que los valores fundamentales era que basaban su estancia en la incondicionalidad. Es decir, todo lo hacía incondicionalmente, miranda y compi trajeron una botellas de champán y celebraron su año de kdd`s. desde el primer momento empezó el buen rollo.Cuando nos acostamos en los sacos, no podía parar de reír. Casi me muero de la risa. Y al día siguiente, era la sensación parecida a cuando vas a un concierto en la que todo el mundo que te rodea esta flipando con el grupo, por que a todo el mundo le gusta… pues igual. Allí flipábamos todos con la montaña. El gran vuitdoble, estuvo cargando con su niño todo el camino, y se portó como un campeón.
Xara se quedó encantado con el maravilloso Alaska malamute (una raza de perro invernal) que había en el refugio. Desde luego era lo más parecido a un oso que puedes tocar. Y súper obediente.
En definitiva, que el domingo vuelves a casa con una sonrisa de oreja a oreja que no te lo crees, y eso que hay muchas probabilidades de volver con agujetas, y demás, pero has desconectado de todo una barbaridad.
Creo que para este domingo voy a preparar otra…ya veremos.Un saludo enorme a todos y que tengáis buena semana.
