ROSQUILLETA en Barcelona

miércoles, febrero 13, 2008

Quien enseña a quien…

El día 15 de agosto es un día agridulce en la vida de un scout.
Vuelves de campamento, y te encuentras a tus padres y a tus amigos que no son scouts. Y tienes muchas ganas de verlos. Esa sensación es genial.
Pero también termina el campamento, y eso crea una inmensa tristeza…

Cuando bajas del autobús, estas casi desorientado. Lo primero que recuerdas es el olor de la ciudad. Después de 15 días es lo que más impacta. Luego sueles buscar con la vista los papis… y bueno, estas otra vez en casa.

Recuerdo esta vuelta de campamento. Ya no tenía padres que me vinieran a esperar, pero Xara allí. Fue genial volver a verla. Después de 15 días, tenía muchas ganas de verla. Pero entonces cometí un herror…

Cuando bajé del autobús, busque a Xara con la mirada. Luego busque mi mochila, mi tienda de campaña y mi guitarra. Ok, ya lo tenía todo. Nos repartimos las cosas entre Xara y yo. Fue entonces cuando, una vez solucionadas mis cosas, busque material de grupo para poder acercar al local (ya que el autobús nos deja a unos 100 metros del local…).

En ese momento pasaba por delante de mi el primer guía de la tropa, un chavalín de 15 añitos y decía al resto de la tropa:
- Vale chicos, antes de coger nuestras mochilas, llevemos el material de grupo al grupo.

Otro de los guías, ya se había adelantado a sus palabras y organizaba a su patrulla para coger un cajón enorme de material…

“!Porras!, estos chiquillos me han recordado que debe ir primero el grupo antes que yo…” pensé. Y sonreí.
Sonreí por tres razones:
Por un lado, estaba contento de haberme dado cuenta de que me había equivocado.
En segundo lugar, observaba el excelente trabajo que hacemos con estos chavales
Y en último lugar, me alegraba de todo lo que me pueden enseñar estos chicos…