ROSQUILLETA en Barcelona

lunes, enero 15, 2007

¿pero que te ha pasado?

Tenía pensado titular este post como: “2 meses para 15 minutos”.
(Aunque no fueron exactamente 2 meses, poco le faltó…) pero he preferido titularla con las primeras palabras en español que recibí cuando acabé la charla: “¿pero que te ha pasado?”…

El viaje a Berlín estuvo bien. Llegamos, nos ubicamos en un hotel y fuimos a cenar a un Italiano donde por 15 pavos me comí un entrecot con una “hefe bier” (para mi la mejor cerveza…), una sopa, ensalada y de postre un tiramisú, que izo que todo fuera barato…
Nos fuimos a la habitación a descansar y practicar un poco. El ensayo no me salió mal, de hecho me acosté contento.
Al día siguiente, después de un gran desayuno, comenzaron las charlas. A medida que se desarrollaba la mañana, me di cuenta de que el nivel era altísimo. Excepto un pobre franchute, el resto, eran buenísimos.
Nos invitaron a comer en la cafetería de la universidad. Comimos súper bien, pero no comí demasiado, pues quería estar preparado…
Por la tarde, mi charla era la segunda. Durante la primera, sentado en mi butaca, estuve haciendo respiraciones, pues quería estar tranquilo…
Cuando me llamaron salí e hice esto:

(En el video no sale todo lo que fue…)
No me salio mal, tampoco genial, pero personalmente y a toro pasado, pienso que estaba decente…
Me hicieron dos preguntas. Una me la preguntó tres veces, pero al final, pude responderle. LA otra fue mas surrealista. El tío empezó ha hablarme. No entendía nada, hasta que solo interpreté una palabra: “…temperature…”. No sabía qu eme había preguntado pero me la jugué. Le dije que en mis medidas no tenía variaciones de temperatura, y lo más grande fue que acerté.
No me hicieron más preguntas. Terminé y me senté. Fue hay donde empezó mi depresión…
Nada, mas sentarme mi jefa me dijo:
- ¿Pero que te ha pasado?
- Ufff… no se, supongo que me he puesto nervioso…-contesté.

El resto de comentarios por parte de mis compañeros fueron del mismo estilo:
- Bueno, Ya está.
O:
- Es que te has metido en un berenjenal…
O:
- Ahora me doy cuenta de lo importante que son los idiomas- pues el que lo dijo hablaba dos perfectamente…

Total que después de todas esas palabras de “apoyo”, no me quedaba mas que buscar una alta escalera y tirarme cabeza abajo.
La busqué, pero pensé que sería mejor irme al baño. Me metí dentro de uno y allí estuve durante unos minutos. No podía llorar, no se por que, pero quería morirme. Joder solo necesitaba que alguien me diera, una minuscula palmadita en la espalda. Algo así como… “no te preocupes, es normal, es la primera…”. Pero ni eso.
Esa noche había una cena de congreso, pero yo preferí quedar con unos amiguetes que tengo en Berlín. Son estos:

Lo pasamos genial. Estuvimos en sitios geniales. Y aunque consiguieron que me olvidara por completo del congreso, cuando me acosté, aun seguía pensando en la charla.


Solo por la mañana, cuando me levanté y me estaba duchando… entonces pude llorar.
Lloré durante unos minutos. En ese momento dejaba de lado todo ese mal estar y por fin entendía que era la primera charla y que no había pasado nada.
Llegué a la conclusión de que si la charla hubiera sido una carrera de coches, yo llevaba un Ford fiesta tuneado. Un buen coche. Yo hice mi carrera, y estoy orgulloso de ello. Además estoy convencido de que la gente entendió mi inglés. El problema fue que el resto de gente corría en Ferraris y porches… y es por que había mucha diferencia de nivel. Pero mi charla no estubo mal. Hice lo que pude para ser mi primera charla.

El resto del viaje ya estaba bien y dimos una vuelta por Berlín, y aquí están las fotos:
Un saludo enorme.