Podemos jugar unas cartas, o contar anécdotas, chistes, historias, movidas, rollos, … pero lo genial es estar tranquilos. Unos bocatas y buen rollito.
Muchas gracias Miguelín por organizarlo.
Y al resto, ya sabéis, cuando me entra el rollo padre, no paro de dar buenos o malos consejos… arriesgaros y salir a la playa, al monte, al parque o a hacer puñetas, pero hacer algo.
Salir y disfrutar. Y reír y por supuesto llorar. Como decía mi abuela, “cuanto más llores, menos te mearas en la cama”. Ahora creo que esa frase, tiene más de un significado.

Besitos…