ROSQUILLETA en Barcelona

viernes, abril 20, 2007

El anillo

Bueno decir que fue el primer cuento que leí, creo que es decir demasiado, pero si es el primer cuento que recuerdo que me hizo plantearme algo, por ello es un cuento muy especial para mi.
La primera vez que cogí ese libro de cuentos que mi madre me regaló, fue hace un montón y recuerdo que en el prefacio, decía algo así como que los cuentos, son para los niños y para los mayores, y que según cuantas veces y de que manera hayas leído el cuento, puedes aprender unas cosas u otras. A mi eso me ha pasado un montón de veces.
Ese libro de cuentos es el libro que mas veces he leído y aun sigo aprendiendo cosas de él…
Bueno, no me enrollo más. El título del libro no lo recuerdo, pero lo llamaremos…

“El anillo”

Era se una vez un padre que vivía en la montaña con sus tres hijos.
El padre aunque había estado solo cuidando de los tres hijos, había sido muy trabajador y por eso, en el momento de su muerte pudo dejar una herencia generosa. cuando los hijos la leyeron, vieron que el reparto no era muy equitativo:

- A mi – dijo el hermano mayor mientras la leía- te dejo mi granja con todas mis cosechas.
- A ti, hermano mediano, padre te ha dejado toda la ganadería.
El hermano pequeño empezaba a no entender… ¿entonces que le quedaba a él?

- Y a ti, hermano pequeño, te ha dejado su anillo.

“El anillo de padre!!”, pensó el pequeño, pero sabía que ese anillo no tenía gran valor, no era de plata ni de oro, y no le darían por el ni un céntimo…
No tenía mas remedio que aceptarlo, al fin y al cabo su padre siempre dijo que ese anillo era el secreto de su vida dichosa.

Esa noche paso la noche contemplando el anillo y pasado un tiempo puedo ver que en el interior estaba escrita una palabra…:

“ECUÁNIME”

“Uff” pensó, “supongo que debe de ser un mensaje. Intentaré ser ecuánime ante todas las situaciones que se me planteen. Ese debe de ser el mensaje de padre…”

Y así fue como los hermanos, tuvieron épocas de muchísimo gozo, y después pasaron por épocas de muchísimas penurias, pero él, el hermano pequeño, siempre conservaba la sonrisa en los labios, nada lo alteraba, siempre se mantenía ecuánime…


Pues este es el cuento, más o menos, claro, lo he escrito de memoria he inventándome lo que no sabía…

Y para celebrar el finde, y siguiendo la iniciativas de el responsable voy a poner uno de mis video clips favoritos… bueno creo que es mi favorito.
Un saludo.