ROSQUILLETA en Barcelona

viernes, marzo 20, 2009

16

Si nos damos cuenta los números marcaron los acontecimientos de la historia: 300 defendieron el paso de las termópilas, los diez mandamientos, 3.1416, tan solo debe quedar uno (los inmortales), dos entran uno sale (mad-max) , y en general infinidad de números, hasta nuestros días.

El número por el que lucho cada mañana es el 16. Solo 16 personas entran en la piscina para hacer aquagim. Solo los 16 primeros, solo los 16 más rápidos.
Pero eso era hasta ayer...
Por casualidades de la vida, ayer jueves fui especialmente rápido. Llegué 22 minutos antes de la hora. es decir, a las 8:08 minutos y por casualidades llegué el número 16. Todos los que llegaran después se quedaban fuera...
En general, esas son las normas del juego, pero ese día, al perecer, una abuelita (ya sabéis que voy con todo abuelitas) a la cual llamaremos hembra alfa por ser una de las abuelitas más veteranas, decidió ir a protestar.
El tumulto que se montó fue espectacular. Ella, y más abuelitas que se unieron a la causa, alegaban que pagaban religiosamente sus impuestos, y que tenían derecho a ir a clase. Además, no entendían por que asistía gente más joven a clase, cunado era todo gente mayor... (supongo que eso lo decía por mi...).
Afortunadamente, la monitora alegó que este era un grupo libre, que podia ir cualquiera, y que las normas eran esa (vamos, dos piedras...)
Pero la hembra alfa no se queda contenta y comienza a utilizar las calles reservadas para nadadores para hacer los ejercicios de aquagim. Por supuesto ninguno de los nadadores protesto, una mirada de la hembra alfa, y estabas fulminado.
Al final, la monitora dejo que entraran en la clase, ya por resignación...
Yo paso, pongo cara de tonto y hago mis clases. Tengo algunas abuelitas a mi favor y dejo que ellas luchen por mi. Espero que esto no acabe en mayores...
Un abracete!!