Las 8 de la mañana. Camino al instituto.
...
- A la de tres, ¿vale?
El pequeño daba pequeños saltitos de entusiasmo. No debía de tener más de tres años.
- ¿Ya?
- Bueno... ¿estas preparado?
- ¡Si, si!
- A ver, a ver...- De repente, el semáforo de los coches cambia a ámbar- Venga ¡ahora!.
Y los dos juntos:
- Unaaa, Doossss, y ¡Tres!
Entonces el semáforo de los peatones cambió a verde y la cara de entusiasmo del niño no tenia precio. Eso si era una sonrisa real.
Por que no se pierdan las ilusiones. Un cálido abrazo