ROSQUILLETA en Barcelona

viernes, marzo 30, 2012

necesito una botella de agua, ¡¡bien fría!!

Verano del 97, campamento de verano.

Yo ya estaba en clan, y por tanto ya podía participar colaborando en las infraestructuras del campa. Recuerdo el primer día de campamento, un autentico follón, pero el jefe de campamento era de los buenos, y mantenía la calma en todo momento, y repartía faena por doquier. Recuerdo que se encontraba en un sitio privilegiado, desde donde estaba, veía como estaban quedando las duchas, el comedor, las letrinas, ...

No suele haber gente mayor en los campamentos, pero aquel año, vino un abuelito a ayudar en la cocina. tuve que parar de cavar letrinas para ver lo que pasó.
El abuelo se acercó al jefe de campamento y le dijo:
- Disculpe, yo solo necesito una botella de agua bien fría para dormir.
- Vale, vale ... - Y se puso a hablar con otro scouter.

Al rato:
- Perdone, yo es que no necesito más, sabe, una botella de agua, bien fría, para beber miestras duermo, sabe... Es que si no, no puedo dormir, sabe, me despierto muchas veces y tengo que tener agua cerca...

El jefe de campamento, no tenia mucho tiempo y le tenía que dejar claro al abuelo que lo había entendido:
- No se preocupe. Yo mismo me encargaré de que tenga su botella de agua, bien fría, para cuando vaya a dormir. Le garantizo, que tendrá su botella cuando se vaya a la cama. Se lo aseguro.

Parece que ahora el abuelito se dio por convencido y tranquilamente se fue a sus quehaceres.

Podría haberme fijado en varias cosas:
- El ego del abuelo, que hacia que su botella de agua, fuera más importante que cualquier cosa del campamento.
- La paciencia de las personas mayores, no desisten hasta que no consiguen lo que deseean. Muchos habrían desistido hace mucho tiempo.
- O la claridad con la que el jefe de campamento le dijo al abuelito que tendría su botella de agua.

Me gusto más la tercera. Y en ocasiones, intento copiar esa claridad. Puede ser muy útil. Pero cuidado, también es un arma.

Un cálido abrazo

miércoles, marzo 28, 2012

Arenita

Antes de nada, agradecer a mi amiga Saakis el recordarme que tengo un blog. A veces, casi se me olvida.

Un clásico de los institutos son los apodos, motes. Creo que si nunca te pusieron ninguno, es por que no se atrevieron ha hacerlo y debes dar miedo o simplemente no te enteraste. En cualquier caso es divertido conocer el propio origen de los apodos, pues no siempre es tan evidente como se piensa.

A mi mente me vienen rápidamente:

- El Panata (casi siempre va acompañado de un: “el …” supongo que es más macarrilla)

- El Galleta

- El Chino

- El Lito

- La Colero

- …

Y muchos más, y más divertidos.

Generalmente al principio molestan.

Pues bien, en mi instituto a un alumno mío le llaman “arenita”. El alumno se llama Ariel, de “Ariel la sirenita” ha evolucionado a “arenita” (para mi gusto, mucho más divertido). Lo que pasa que al alumno le hace perder tremendamente los papeles, y si le digo a la clase: “por favor… no le llaméis arenita”, parece que el alumno se quema más. No puede ni oír pronunciar la palabra: “arenita”.

Hablé con él, con arenita, y le dije que se fuera acostumbrando a la vida real, donde la gente te dice de todo. Y que si piensa perder los papeles con toda la gente que le dice algo (gente que solo lo hace para molestarle), entonces no va bien.