Tomando unas cervecillas (unas cuantas…) con unos colegas, uno de ellos me contó una historia que había escuchado en al radio.
Una buen historia sobre la amistad:
“dos amigos se encuentran después de varios años sin verse. La alegría les invade los corazones. Comienzan contándose todo lo que les ha pasado en sus vidas, sus tragedias y sus triunfos. Durante la conversación, uno de ellos le dice al otro:
- ¿Sabes? Me he enterado de una historia de nuestro amigo Andrés que no te la vas a creer…
- Un segundo. – responde el más sensato.- Lo que me vas a contar sobre Andrés, ¿es algo bueno?
- Pues no.
- Y ¿Estas seguro de que sea cierto?
- Bueno… totalmente seguro no, pero casi.
- Y ¿me incumbe a mi?
- Pues… no.
- Entonces amigo, la verdad es que prefiero no saberlo. “
Es Algo muy generalizado hablar sobre otras personas sin saber que han hecho, si es cierto, por que lo han hecho… y mil razones más. La puñetera manía de jugar a juzgar personas.
Un abrazo y gracias grancas y akela.