Primeras clases

Quería que quedaran claro dos cosas en mis clases, y por ello, el primer día es el día perfecto para hacerlo.

Cuando entro en la clase, en el primer minuto se callan. Los miras a todos a los ojos, me presento y les digo:
- En mi clase hay dos normas. Una que podéis preguntar lo que queráis, de matemáticas claro- Risas…-. Es decir, podéis pararme en cualquier momento y decirme la típica frase “no tengo ni idea de que estas haciendo”, por que quiero, que cuando la gente salga por la puerta lo tenga claro. Otra cosa es que no preguntéis, entonces es más difícil para mi, Pero me permitiré el lujo de, si veo una cara extraña como la tuya- risas…- puedo preguntarle si lo entiende o no. Pero atención, nadie se puede reír de la pregunta que haya hecho el otro. Por muy tonta que parezca, que no lo es… Entonces aparece mi segunda norma: respeto mutuo, entre nosotros y entre vosotros. No permitiré faltas de respeto.

Y continuo con más chorradas para que flipen. Les dibujo un corazón en la pizarra. Les digo que simboliza lo que ellos quieren hacer en la vida. Lo que desean. Que ellos tienen el poder de hacer lo que quieran:

- Por ejemplo, tú, si no quieres hablar, no hablas, ¿verdad?
- Claro
- Pues tenemos que darnos cuenta del poder que tiene. Es decir, si viene el papa y le dice que hable, si el no quiere, no habla, ¿verdad? Solo necesitamos saber que según que cosas hagamos, tendrá unas consecuencias u otras. Es decir, todo el mundo puede hacerse chuletas, yo no puedo evitar eso, ¿verdad?, pero si os pillo con una…- silencio…- os empapelo. ¿esta claro?.

Y todos se ríen y flipan. Eso es fácil. No están acostumbrados. Lo más complicado es conseguir su atención durante las explicaciones de matemáticas… pero poco a poco… de momento atienden. A ver si consigo que estudien!!

Un abrazote