Tuvimos unos problemas con la instalación eléctrica en el centro.
Como no funcionaba la sirena que anuncia los cambios de clase, a alguien se le ocurrió pedirle al bedel que con un silbato diera unos pitidos en su sustitución.
Entonces el alumno gracioso grita: "¡¡¡penalti!!!" y todo el centro se partía de risa...
si a veces las tonterías más sencillas, alegran a todo el mundo...
2 comentarios:
Y al profe le toca mantener la compostura ante estas gracietas!!!
jajajajaj
que cabroncete
besicos
Publicar un comentario