Os presento mi nuevo roco de Menorca (Más concretamente, en Ferreries). Nuevo para mi, claro. Llevan ya unos años trepando por sus tablones llenos de presas, y como siempre (y siempre me pasa lo mismo, por eso sigo confiando en el gen humano), las personas.
He conocido unos tios majísimos. Desde el primer día se abrieron, y hemos quedado ya dos veces a escalar. Son unas máquinas y eso me ayuda a progresar. Lo paso genial en la roca, y en el roco.
Fijaos en el vídeo que aparece un niño al fondo a la derecha. También hay niños. Escalan genial. Esos no tienen miedos ni nada y suben pensado solo en la gloria. Genial.
Bueno, que estoy muy contento.
Un cálido abrazo
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